Tras el parón obligado por la crisis sanitaria, esta semana nuestro ECCO-Trenca —el Equipo Canino para la Conservación— ha retomado el trabajo de biodetección de tortugas mediterráneas en las fincas del valle mayor de Bovera (Lleida, Garrigues Altas) donde producimos el aceite ‘Salvatge’. Y ya tenemos buenas noticias: un año más hemos detectado crías de tortuga nacidas en los olivares, lo que confirma la buena marcha del proyecto de reintroducción de la especie que iniciamos en 2016.
Al frente del rastreo de estos días ha estado ‘Jara’, la veterana del ECCO-Trenca que ya ha demostrado sus grandes dotes olfativas para encontrar tortugas mediterráneas el valle mayor de Bovera. En la península ibérica, esta especie amenazada tan solo sobrevive en libertad en unos pocos rincones de Cataluña, con una población salvaje que se estima en unos 8.500 ejemplares, una cifra alarmantemente baja. De hecho, en nuestro país hay muchas más tortugas mediterráneas en cautividad que viviendo en la naturaleza: el expolio de animales salvajes para ser vendidos como mascotas ha sido una de las causas principales de la regresión de la especie en todo el Mediterráneo.
Para revertir esta situación, en 2016 creamos una reserva para la tortuga mediterránea en las fincas donde producimos el aceite ‘Salvatge’, y comenzamos a liberar ejemplares en colaboración con el Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña (CRARC). La zona es idónea, pues de forma natural ya habían llegado varias tortugas desde la población reintroducida del cercano Parque Natural del Montsant. Desde entonces, hemos soltado en el valle mayor de Bovera 142 tortugas, que ya el primer año comenzaron a criar, una muestra de su buena adaptación al lugar.
Las fincas, protegidas como reservas de fauna, son un mosaico de bosques mediterráneos y olivares centenarios cultivados en terrazas de piedra seca. Además de producir nuestro aceite de oliva virgen extra ecológico Salvatge, en las 43 hectáreas que gestionamos en total (cinco de nuestra propiedad y las demás, a través de acuerdos de custodia del territorio) trabajamos para fomentar la biodiversidad: por ejemplo, restaurando esos muros de piedra seca que ofrecen refugio a multitud de especies (a las tortugas les encanta esconderse en ellos) y actúan así como una auténtica infraestructura verde.
Encontrar las tortugas para evaluar el estado de la población no es tarea fácil, sobre todo en el caso de los juveniles, que miden menos de cinco centímetros en sus primeros meses de vida. Desde el año pasado, contamos para esta tarea con la ayuda de los perros del ECCO-Trenca, entrenados para rastrear las tortugas gracias a su impresionante capacidad olfativa. El seguimiento también se realiza del modo tradicional (con investigadores humanos), y los datos se comparan para obtener las estimas poblacionales más fiables. En 2019, encontramos un mínimo de 47 tortugas vivas, 15 de ellas nacidas en las fincas.
Aparte de la labor en Bovera, el ECCO-Trenca comenzará este mes a apoyar el seguimiento de la tortuga mediterránea en el Parque Natural del Montsant. La biodetección con perros es una gran herramienta para la investigación en biodiversidad, que permite ahorrar tiempo y costes, y realizar estos trabajos de un modo no invasivo hacia los hábitats y las especies salvajes.
La reintroducción de la tortuga mediterránea en Les Garrigues es una iniciativa que desarrollamos en colaboración con el Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña (CRARC), el Parque Natural del Montsant y al Ayuntamiento de Bovera, con el soporte económico de Endesa. El ECCO-Trenca ha sido puesto en marcha con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
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