Estos días se cumple un año del terrible incendio que arrasó más de 6.500 hectáreas en la Ribera d’Ebre y Les Garrigues, uno de los peores de los últimos treinta años en Cataluña. Aunque tuvimos más suerte que otros agricultores y vecinos de la zona, pues las fincas del valle mayor de Bovera donde nace nuestro aceite ‘Salvatge’ se libraron del fuego, fueron días de angustia y dolor para quienes amamos esos hermosos paisajes mediterráneos. Pero los burros que viven y pastan entre nuestros olivares, y que tuvimos que evacuar cuando se acercaba el incendio, nos regalaron un momento de esperanza en medio de tanto dolor.
“La gente de Bovera nos ayudó en todo momento, nos dejaron un espacio en el pueblo para los animales, un vecino nos dio agua, otro nos cedió un jardín para poder tener separado al macho… Y una de las últimas noches del incendio, el seis de julio, la burra más veterana (‘Doña Rogelia’) parió un precioso pollino mientras miraban todos los niños y niñas del pueblo. Fue una pequeña alegría dentro de la enorme tristeza de esos días, un momento muy bonito”, recuerda nuestro compañero Xavi Sucarrats, que gestiona los olivares de Trenca en el valle mayor de Bovera.
Nos abrumó la hospitalidad y generosidad de los vecinos de Bovera en unos días tan duros. Para darles las gracias, y como símbolo de la vida que siempre rebrota, llamamos al pollino ‘Bovera’. Un año después, ha crecido sano y fuerte y vive junto a los otros burros que pastan en semi-libertad por las fincas donde nace el aceite ‘Salvatge’, entre olivos y bosques mediterráneos. .
Estos simpáticos animales cumplen un doble papel muy valioso en la producción ecológica de nuestros olivares de montaña del valle mayor de Bovera: por un lado, son verdaderos “bomberos”, pues controlan la carga de vegetación (tanto en los olivares como en las áreas de bosque de las fincas) y reducen el riesgo de incendios. Y por otro, pastan en la cubierta vegetal del olivar y aportan un abono natural, fertilizando el suelo, mejorando su estructura y su comunidad de microorganismos, la base de todo cultivo. .
La presencia de ganado en una densidad adecuada también favorece la presencia de insectos (como escarabajos) y a su vez de pequeñas aves, contribuyendo a aumentar la biodiversidad de las fincas. Allí seguirá ‘Bovera’, ayudándonos a demostrar que otro modelo de agricultura es posible, una agricultura que cuide la vida y genere oportunidades de futuro para un mundo rural vivo.
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