La zona garrigueña situada al sur de la comarca de Les Garrigues, en la provincia de Lleida, forma parte de la depresión del Ebro. Se caracteriza por una climatología rigurosa: poca precipitación y temperaturas muy contrastadas. Estas condiciones, sumadas a la actividad agrícola y ganadera, han configurado un ambiente diferenciado dentro del ecosistema mediterráneo.

Les Garrigues está considerada una de las comarcas más deprimidas de Cataluña. Esto significa que tiene una fuerte necesidad de actuaciones que estimulen su economía (agrícolas, ganaderas, culturales, comerciales…), que favorezcan la integración de las personas en el territorio y al mismo tiempo la preservación de sus valores patrimoniales. Es en este espacio y en esta dirección donde ha surgido la iniciativa de la asociación Trenca.

Paisaje característico de Les Garrigues: olivares, zonas de matojo y terrenos forestales. © Jordi Juanós

Cabaña de piedra seca restaurada y olivar recuperado en una finca gestionada por Trenca. © Jordi Bas

Los fundamentos del proyecto son llevar a cabo una actividad agrícola que sea:

  • Económicamente rentable: obtención de un producto de alta calidad y venta de proximidad evitando intermediarios.
  • Ambientalmente sostenible: con producción ecológica y actuaciones de mejora de fauna y hábitats.
  • Respetuosa con el patrimonio cultural y paisajístico del territorio: con la recuperación de elementos patrimoniales y mejoras paisajísticas.

Para poner en marcha el proyecto, Trenca ha comprado una finca agrícola de poco más de 4 ha en el municipio de Bovera, y ha empezado a firmar acuerdos de custodia del territorio con propietarios de fincas de los alrededores. Esta zona se eligió por ser representativa del ecosistema mediterráneo garrigueño. Está constituida por olivares, distribuidos en bancales hechos con albarradas de piedra seca, rodeados de comunidades arbóreas y herbáceas asociadas al bosque mediterráneo.

Un aspecto importante del proyecto es implicar en la conservación de este espacio, mediante la participación directa, a todos los agentes presentes: agricultores, ganaderos, cooperativas, empresarios, sociedades de cazadores…, así como a las instituciones locales, comarcales, provinciales y autonómicas. La finalidad es llevar a cabo un trabajo transversal.

Agricultores de la zona recolectando la aceituna; acto seguido se prensa en frío para poder obtener el aceite Salvatge

Presentación del embalaje y de la botella de Salvatge, aceite de las reservas de fauna, la marca comercial que ha lanzado al mercado nuestra asociación

Actuaciones llevadas a cabo hasta la fecha:

Patrimonio agrario:
  • Recuperación de olivares centenarios que ahora vuelven a producir mediante agricultura ecológica.
  • Puesta en marcha y potenciación de proyectos de producción ecológica, agrícola o animal.
Patrimonio paisajístico:
  • Conservación y potenciación de la vegetación autóctona.
  • Prevención de incendios forestales (limpiezas, clareos, podas).
Patrimonio natural:
  • Colocación de cajas nido y de instalaciones para la suelta de pájaros fringílidos.
  • Recuperación de antiguos bebederos y creación de pequeñas charcas para garantizar puntos de agua para aves y mamíferos y lugares de reproducción para anfibios e invertebrados.
  • Reserva genética y cría en semilibertad de la tortuga mediterránea (Testudo hermanni hermanni), como refuerzo al proyecto de reintroducción de la especie en Cataluña.
Patrimonio cultural:
  • Restauración de cabañas, aljibes, muros y albarradas de piedra seca.
  • Fomento de la cultura del aprovechamiento del agua de lluvia.

Muros, albarradas y aljibes de piedra seca restaurados con el proyecto. © Trenca

Para el cultivo de olivos mediante agricultura ecológica no se utiliza ningún abono mineral ni ningún tratamiento con productos que no estén permitidos por el CCPAE (Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica).

El producto final se comercializa con la marca Aceite de las reservas de fauna.

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Cabe destacar que los beneficios de la venta del aceite se destinan a la ampliación de terrenos de custodia y a actuaciones ambientales y de recuperación de las fincas.

La ganadería asnal rústica controla las malas hierbas y son una fuente de abono ecológico para las fincas. © Trenca

Con este proyecto, por un lado, queremos demostrar que se puede realizar una actividad económica con productos ecológicos no solo con el valor que conllevan para la salud humana, sino también con otro valor añadido: la preservación del patrimonio agrario, paisajístico, natural y cultural que va ligada a este proyecto. Por otro lado queremos que toda esta actividad, directa o indirectamente, represente un estímulo económico para la comarca.

Abubilla y erizo, dos especies características de la fauna de la zona. © Jordi Bas

Colaboran: